Disipando mitos sobre el uso del aceite mineral.
Existen muchos mitos alrededor del uso del aceite mineral en productos cosméticos, farmacéuticos y en la producción de alimentos. En este post aclararemos dudas con respecto a las bondades, usos de los aceites minerales y las características que ofrece este producto desarrollado por LUB–LINE®.
¿Qué es el aceite mineral?
Se caracteriza por ser un ingrediente ligero y altamente purificado, lo cual es una razón para ser utilizado en lociones para bebés, cremas frías, productos cosméticos, ungüentos y en la elaboración de productos de cuidado personal, en general. Uno de sus principales beneficios es que evita la pérdida de agua de la piel y permite mantenerla humectada por más tiempo. Otra gran característica de este aceite es que, al ser refinado y altamente purificado, no obstruye los poros permitiendo que las pieles sensibles se beneficien, ya que las probabilidades de provocar reacciones adversas en la piel o de estropearse en climas húmedos o cálidos, son muy pocas.
Al ser muy común el uso de este tipo de aceite en la producción de artículos para uso frecuente de las personas, El Consejo de Productos de Cuidado Personal ha evaluado la información científica y concluyó que el aceite mineral es seguro para usar como un ingrediente cosmético en concentraciones actuales de uso.
LUB–LINE®, es una empresa responsable con los productos que ofrece a sus clientes, por ello cumple con las especificaciones más estrictas de la USP/NF para uso como materia prima en uso tópico, como insumo cosmético o farmacéutico. Es importante resaltar que el aceite mineral también cuenta con características autorizadas por la FDA para ser utilizado como aditivo en aplicaciones alimenticias.
Una de las inquietudes más frecuentes entre los usuarios, es acerca del uso del aceite mineral, sus beneficios y contraindicaciones. Cabe aclarar que, anteriormente se creía que este aceite tenía una tendencia a tapar los poros, lo cual generaba temor en su uso. Sin embargo, actualmente se ha comprobado, a través de evidencia científica verificada por La Directiva Sobre Cosméticos De La Unión Europea, que permite el uso de este aceite sin número de restricciones.
Entre los beneficios del aceite mineral es crear una capa protectora en la piel, sin llegar a penetrarla, manteniendo el nivel propio de hidratación cutánea, lo cual no interfiere con el proceso de transpiración de la piel. Por otro lado, el aceite mineral se encuentra en presentación líquida, lo cual le permite ajustarse a las necesidades de los productos para el cuidado personal. Esto demuestra que este aceite al ser liviano, inodoro e insípido, puede ser muy versátil para el desarrollo de productos de uso diario. Otro de sus usos más conocidos en el ámbito cosmético es en el desmaquillante al ser un producto suave y muy efectivo en la limpieza del rostro.
El aceite mineral también tiene otros usos alejados de la parte cosmética. Por sus propiedades lubricantes y resistentes al calor, se utiliza también como lubricante para máquinas de producción de alimentos, donde el producto puede llegar a tener contacto con los alimentos, sin tener inconveniente alguno en materia de seguridad, ya que este cumple con las características de seguridad para tener un posible contacto con el alimento. Los aceites grado farmacéutico que ofrece LUB–LINE® cuentan con certificación de la NSF por su uso seguro en zonas sensibles donde se manipulan alimentos, bebidas, cosméticos y aplicaciones farmacéuticas, en las que es muy importante que se utilicen lubricantes libres de contaminantes.
Cabe resaltar que los aceites minerales que se utilizan en los productos cosméticos no presentan un riesgo para la salud humana bajo condiciones de uso normales, porque para este fin es utilizado un tipo de aceite mineral altamente refinado y purificado que no es igual al tipo de aceite mineral “crudo” o sin refinar que se utiliza en las industrias automotriz, ferroviaria y aeronáutica.
Así mismo, la FDA ha revisado la seguridad del aceite mineral para el consumo y, luego de estudios y verificaciones internacionales, permite su uso como un aditivo alimentario directo multipropósito. Un ejemplo de ello es su uso en la industria de alimentos como agente de turbidez y vehículo de otras sustancias, agente antiespumante, de brillo y antiaglomerante. El aceite mineral podemos encontrarlo en productos como bebidas de sabor emulsificadas, pastillas, gomas de mascar, gomitas, snacks de frutas, vitaminas y suplementos alimenticios.
LUB–LINE® cuenta con la mejor tecnología que hay actualmente disponible en el mercado, para garantizar aceites libres de impurezas como solventes residuales o impurezas elementales, lo que permite ofrecer productos sobresalientes, como el aceite mineral con mejor calidad y pureza. La meta de LUB–LINE® es siempre estar a la vanguardia para ofrecer a los clientes productos de altísima calidad, seguros y versátiles, para la elaboración, en este caso, de productos cosméticos y farmacéuticos.